Diciembre 14/2020
Palabras de cierre 2020
En tantos años de docencia y con bastante experiencia acumulada, debo confesar que nunca me resultó tan difícil encontrar las palabras precisas para cerrar el año.
Porque no quisiera ser reiterativa pero tampoco quiero dejar de transmitir sentimientos que seguramente son compartidos.
Pasamos por todos los estados anímicos casi en períodos simultáneos. Al principio nos invadió la sorpresa (allá por el mes de marzo) justo cuando teníamos la energía para poner en marcha lo planificado durante muchos días de trabajo con expectativas renovadas pensando en quienes llegaban a 1er grado ,en quienes experimentarían su primer campamento fuera de casa y sin su familia, en el ansiado viaje de estudios para sexto grado ,en todo lo que teníamos por delante y de pronto el sacudón que nos puso a prueba sin distinción de edades ni roles.
Llegó el aislamiento y con él la incertidumbre , muchos miedos ,la falta de abrazos, el no poder compartir como estábamos acostumbrados y tantas otras pérdidas ,algunas más dolorosas que nos hicieron sentir que perdíamos nuestra libertad. Esa que era patrimonio de cada uno pero que nunca valoramos más que hoy.
Sin embargo nadie bajó los brazos , ni ustedes ni nosotros. Algunos pudieron mucho, otros apenas un poquito pero intentamos siempre enfrentar la adversidad.
No es poco todo el esfuerzo realizado y tal vez no se lograron los mismos aprendizajes que en otras oportunidades si lo pensamos en términos de contenidos escolares pero estoy segura que cada uno de nosotros adquirió mucho más.
Desarrollamos la perseverancia, la paciencia, nos pusimos muchas veces en el lugar del otro, pudimos ser más comprensivos, nos enfrentamos a desafíos tecnológicos en muy escaso tiempo.
Es cierto que algunos sortearon con mayor tolerancia los inconvenientes o se enojaron menos entendiendo que siempre había buena voluntad y deseos de brindar y hacer lo mejor.
A veces pudimos y otras no tanto porque es casi imposible satisfacer a todos pero si de algo tienen que estar seguros es que nunca dejamos de pensarlos, entenderlos, acompañarlos.
Supimos de los buenos momentos que vivían cuando nacía un nuevo miembro de la familia, del dolor de las pérdidas , de la lucha constante por aceptar lo que la realidad nos impuso. Nada nos era ajeno. Hubo muchas noches de insomnio , alegrías y tristezas y saben qué…
Es la vida, retazos de distintos momentos , de encuentros y desencuentros, de metas por lograr.
Estamos próximos a la Navidad y qué mejor que como el vocablo lo indica es un volver a nacer, en este caso las expectativas para alcanzar aquello que nos quedó pendiente, para seguir proyectando y sorteando obstáculos, para decirle al otro cuánto lo queremos o valoramos, para no desperdiciar ningún momento .
La vida es hoy …
Norma Castrelo